lunes, 28 de enero de 2008

...Y LUIS PASO A FORMAR PARTE ESENCIAL DE MI VIDA (1)

Hace ya mucho tiempo de esto, pasan ya de las diez velitas las que he sumado desde entonces a las que soplo cada mes de septiembre.
Parece que fue ayer, aunque yo me reconozco poco en lapersona que entonces era, inexperta, insegura, asustada, pero decidida a vivir conforme a lo que sentía.
Había llegado a aMadrid hacía pocos meses para iniciar elproceso de cambio de mi cuerpo hacia algo mas acorde con mi forma de pensar y sentir. Quería pasarlo de una forma ordenada, dirigida profesionalmente y, aunque Madrid significaba, en principio, la soledad, no estaba mucho mas arropada en mi lugar de origen y, desde luego, allí no tenía posibilidad alguna de afrontar "el cambio" con unas mínimas garantías de éxito, tanto físico como psicológico.
En el inicio del proceso, obtuve algunos trabajos de los que se encuentran en las bolsas de empleo, pero conforme fui adaptando mi cuerpo a mi nueva personalidad y asumiéndome a mí misma como mujer y adoptando una forma de vida como tal, la cosa se fue complicando.
Intentar formar parte del mundolaboral de empresa, nómina y vacaciones en esas circunstancias requiere tal entereze psicológica que, como no era precisamente de lo que yo estaba sobrada, inicié mis pasos hacia donde la mayoría de nosotras lo hacemos, el mundo de las "varietés".
Horas de ensayo ante el espejo y práctica en el dominio de la técnica del "playbak", me llevaron a construir un numerito bastante aceptable de mi queridísima Rosario Flores, muy imitada por entonces en esos ambientes.
Con este bagaje, un par de vestidos para el espectáculo y una cinta grabada, me presenté una noche en un pequeño local de la "zona de ambiente", donde me habían dicho que buscaban "artistas".
No diremos elnombre del local porque aún existe, es uno de los clásicos de Madrid y el primero que mi querido Luís puso en marcha y que sería el embrión de lo que hoy forma su pequeño imperio.
Detrás de la barra estaba él, haciendo a la vez de empresario de "varietés", barman, controlador y alcahuete de todo lo que se movía en los escasos 150 metros cuadrados que ocupaba aquel garito (baños incluídos y no era este precisamente el sitio menos concurrido, como ya sabrán los iniciados en el ambiente).
Como era una hora temprana y los parroquianos aún no había hecho acto de presencia (tan solo dos o tres amigos de la casa en la barra), Luís me pidió que le hiciese una pequeña demostración de "mi arte".
Con mas miedo que vergüenza, me maquillé como pude en un cuchitril que hacía las veces de camerino para las "artistas", me enfundé mi vestido de actuar y me lancé al escenario dispuesta a conquistar la sala y hasta el Festival de Eurovisión si me lo hubieran puesto delante, auqnue si he de ser sincera, creo que mi puntuación dificilmente hubiera pasado de los "cero points".
Tras dos canciones y multitud de movimientos descontrolados por aquil mini-escenario, Luís (siempre tan directo y tan sincero) se me acercó y me dijo:
-Bueno, como el sueldo tampoco es gran cosa, supongo que no puedo aspirar a los originales, ni siquiera a la primera copia, me conformo conla quinta o la sexta...además, cuando tu salgas, el personal estará tan pasado que no notará la diferencia, con tal de que un cuerpo bonito se mueva encima de esas tablas...y a ti, por lo menos, en ese sentido no puedo reprocharte nada.
En ese momento, y sabiendo como yo sabía que Luís era gay, además de que estaba como un queso, me sentí muy halagada, pero sobre todo feliz de empezar "mi carrera de artista".
Hice mi debut esa misma noche. La compañera que me precedía en la actuación, un transformista que intetaba imitar a María Jiménez en su faceta mas "arrabalera", me anunció:
- Y ahora, para todos ustedes, venida directamente desde los mejores cabarets de París, hoy debuta con nosotros Gloria Chanel.
Ese era el nombre artístico que había elegido, la verdad es que no le puse mucha imaginación, quién si se la puso, con aquello de París, fue mi presentadora.
En fin, no les voy a relatar como fue mi debut en el escenario, solo les diré que estas actuaciones son lo mas parecido a lo que ocurre cuando una pasa en verano, con una minifalda cortita y ajustada por delante de una obra, solo que multiplicado por diez, aunque con una diferencia, aquí tienes el derecho de réplica. En realidad lo que mas valora el público, es tu capacidad e ingenio en la réplica, tu capacidad de provocar a un público variopinto, gay y desinhibido, en su mayoría, con algún que otro hetero perdido, fácil de localizar, pues generalmente es mucho mas comedido y tembién generalmente, termina siendo el blanco fácil de las bromas de la artista de turno, pero hay que decir en su honor, que lo encajan con humor y deportividad, al menos esa es mi experiencia.
Así pasé un par de meses, mientras malvivía de las cinco mil pesetas (treinta euros) por noche, seis noches a la semana, en una destartalada habitación de una casa de huéspedes del centro de Madrid.
En realidad tampoco disponía de mucho tiempo para acusas la incomodidad del ambiente en que vivía.
Toda la mañana para dormir, levantarme para comer y cumplir con ese requisito necesario en un rancio bar-restaurante de menú diario, y un par de horasmas tarde aparecer por el local, del que no salía hasta bien entrada la madrugada.
Vamos, que mi vida social era inexistente y no digamos mi vida sexual, algún que otro escarceo en el local entre actuaciones y poco mas.
Mi habitación no era presentable para invitar a alguien a pasar la noche y, por otra parte, nunca he sido muy partidaria de ser yo la invitada, que le vamos a hacer, me gusta jugar en mi campo.
Así que había que hacer algo o corría el peligro de pasar a otros vicios que supliesen mis carencias y no estaba dispuesta a caer en eso, tenía demasiado cerca vivos ejemplos y loque veía no me gustaba en absoluto.

viernes, 25 de enero de 2008

EN LA COLA DEL PARO (...y final)

Estaba haciendo las maletas para volver a mi amada y, a veces, insoportable ciudad, pero de la que ya iba sintiendo un "mono" irresistible. Además, el dinerito fresco ganado me llamaba, mas bien me arrastraba, hacia el único vicio inconfesable (los otros no pienso contarlos) que me domina. Comprar ropa y algún que otro cachivache inservible, pero original.
En esas estaba, cuando apareció Luís en mi apartamento. Además de despedirse de mí, él se quedaba unos dias para ultimar el cierre de sus negocios hasta la próxima temporada, me hizo entrega de un sobre con un montón de papeles enmarcados entre membretes, sellos oficiales, firmas y algún que otro espacio en blanco en los que, según me dijo, debía firmar yo.
-¿Qué es todo este "historial"? - le pregunté.
-Es tu baja laboral -contestó Luís- con ello puedes ir a la Oficina de Empleo y, posiblemente, tramitar algún subsidio al que tendrás derecho, no será mucho, pero, al menos te ayudará hasta que "reinicies tu actividad habitual".
Esto último lo dijo con tono de retranca, que ponía de manifiesto su desaprobación por lo que él llamaba mi "actividad habitual".
-Vale, cariño, pero yo nunca he estado "apuntada en el paro", no se si....
- Para todo hay una primera vez, de todos modos, has cotizado y tienes todos los derechos a recibir loque te corresponda.
-Está bien, en cuanto llegue a Madrid lo haré, mas que nada para que no me estés dando la murga hasta Navidad, que te conozco.
Así que, una que es muy bien mandada, en el primer espacio de horario laboral que tuve a mi llegada, me encaminé, con cierto orgullo protagonista, a engordar las "tasas de paro registrado" que cada año, indefectiblemente se incrementan por estas fechas, y digo que con orgullo protagonista, porque si durante muchos años yo no he significado ningún número estadístico en la oscilación del cuerpo laboral, este verano había contribuido por dos veces (una para incrementarla y otra para reducirla) a medir esa masa desconocida que llaman "población activa".
-¡Cómo si una viviera en la inactividad permanente¡ ¡les parecerá poco lo que tengo que "moverme" para ganarme el sustento diario¡
Aunque creo que yo estoy catalogada como "actividad sumergida".
-¡Si ellos supieran hasta donde tengo que sumergirme algunas veces...¡
Pues bien, ahí estoy yo con mis papeles en la mano (original y copia) en la oficina del INEM mas cercana a mi domicilio. El patio del público reservado a la espera me recuerda, de alguna manera, a la sala de llegadas internacionales del aeropuerto de Barajas, predominan las nacionalidades foráneas y pienso que no podría ser de otro modo, no en vano son ellos quienes ocupan los puestos de trabajo mas precarios.
Un cartel me indica "TOMO SU NUMERO Y ESPERE A SER LLAMADO"
Sigo las reglas y me siento a esperar a que mi número aparezca en la pantalla electrónica, la cual ejerce sobre todos cuantos se encuentran a la espera, una especie de atracción hipnótica que hace que te resulte casi imposible apartar tu vista de ella. Tanto asi, que cuando por fin tu número aparece, te diriges hacia la ventanilla indicada con la vista envuelta en una neblina poblada de infinidad de estrellitas rojas.
Y en esa especie de hipnosis, me encamino al puesto de atencion número 3, donde me espera una funcionaria rubia (de bote), entrada en los cuarenta y con aspecto de máquina de sellar papeles, pues casi sin levantar la vista y de corrido me dice:
-Buenos-dias-sientese-deme-la-documentación-y-su-documento-de-identidad.
Le alargo el mazo de papeles a la vez que mi DNI y se pone a hacer las oportunas comprobaciones.
Casi al momento, y sin levantar la vista de la mesa, me dice:
-Para hacer este trámite tiene que venir el propio interesado.
-Yo soy "el interesado"- le respondo.
Entonces, como si hubiese accionado un oculto resorte, levanta la cabeza y repasa varias veces, de arriba a abajo y de abajo a arriba, la parte de mi cuerpo que sobresale por el borde la mesa, a la vez que vuelve a escrutar el DNI...
-Perdone, pero es evidente que usted no es... y lee el nombre de hombre que aparece en mi documento de identidad, a la vez que dirije su mirada al par de tetas que, disparadas de mi pecho, casi buscan apoyo en su mesa.
-No todo es lo que parece, pero si me deja se lo explico y hasta puedo demostrárselo. Esto último no lo digo, solo lo pienso.
Conforme voy razonándole la diferencia entre mi identidad jurídica y mi identidad física, se va dibujando en su cara una mueca que yo interpreto como mezcla de curiosidad, empatía, nervios y algo de morbo (bueno, esto último a lo mejor es de mi cosecha).
-Perdona (ha pasado al tuteo), me dice, pero tengo que consultar con el jefe.
Al cabo de un rato, vuelve acompañada de "su jefe", el cual me saluda muy amablemente adoptando una pose de estar de vuelta de todo, como queriendo hacerme entender que situaciones como esta las ha vivido siete veces todos los dias antes de desayunar, pero sin poder ocultar cierto interés por conocer de cerca a un representante de ese "género" que, en su mayoría vive oculto y al que solo se le ve si le pides "cita" o por la noche en sitios poco recomendables.
No hubo demasiados problemas para despachar mis papeles y que mi nombre jurídico entrase a engrosar la COLA DEL PARO.
No era la primera vez que me pasaba, pero la verdad es que he tenido que resolver, hasta ahora, pocos asuntos legales como para que esto constituyese un incordio. Aparte del contrato de alquiler de mi piso (que dicho sea de paso está a nombre de Luís, pero eso ya lo contaré otro día), la apertura de mi cuenta del banco, que fue otro numerito y la renovación, sólo una vez de mi carnet de identidad y de conducir, no recuerdo demasiados episodios como este.
Cuando salí de allí, caí en la cuenta que había un camino para acabar con estas situaciones. El gobierno acababa de aprobar, ese mismo verano, una ley que llaman de igualdad de género, por la que ya voy a poder adecuar mi identidad a mi personalidad y, en ello estoy.
Y esperemos que este no sea el único avance...¡ANIMO ZEROLO¡

viernes, 18 de enero de 2008

EN LA COLA DEL PARO (primera parte)

Un dia de la primavera pasada recibí la llamada de mi buen amigo Luís anunciándome que se pasaría por mi casa para proponerme un asunto de mi interés.
Luís es uno de esos amigos a los que adoras y que llevan tanto tiempo en tu vida que cuando lo piensas, te parece que siempre han estado en ella. Cuando recuerdotiempos en que estoy segura que aun no lo conocía, siento que andaba por allí.
luís es un cielo de hombre, lástima (para mi) que sea gay, pero gay de verdad, de los que les gustan los hombres-hombres. De mi suele decir que el 95% de mi cuerpo es un desperdicio y que el otro 5% es un "elemento" aparcado en una plaza equivocada.
En fin que yo lo adoro, él me adora y a veces suspiramos por los mismos hombres.
Pues Luís, además de ser adorable (creo que me estoy pasando de adoraciones), a veces le asalta un ramalazo de buén samaritano e intenta llevar a cabosu gran obra, casi siempre dirigida a mí y siempre con el mismo fin.
Como él dice, enderezar mi vida, apartarme de las calle.
Vaya por delante que yo jamás he trabajado "la calle", prefierohacerlo en mi casa, pero a él, incluso aceptándolo, le parece mal.
-Gloria, con lo que tu vales y que te tengas que dedicar a esto.
-Hijo, nací para esto...demás, quien iba a contratar en su empresa a "un cuerpo desperdiciado con un "elemento" aparcado en la plaza equivocada"...le suelo contestar yo. El se ríe, me deja por imposible, pero no tira la toalla en esa labor que parece que se ha impuesto como razón de ser de su vida, hacer carrera de mí.
Así, ese día iba a dar un paso mas hacia ese destino, me iba a proponer trabajo. Pero no penseís mal, trabajo de verdad, con su horario laboral (flexible, por supuesto, aunque siempre para alargarse), con seguridad social y todas las bendiciones del estatuto de los trabajadores (no se si eso sigue existiendo), una nómina, incentivos, etc.
Luís, que como ya he dicho es gay, no es maricón, es homoxesual con posibles. Vamos, que está forrado. Junto con algún socio o amante ocasional, regenta una pequeña cadena de discotecas y bares de copas, la mayoría de ellas en zonas turísticas de primer nivel y todas ellas alrededor del "mundo rosa", el cual, a decir de la gente es bastante rentable y, a saber de quienes lo frecuentamos, podemos corroborarlo.
Su proposición cosistía en contratarme como relaciones públicas de una de sus discotecas, durante la temporada estival (de mayo a septiembre), con todos los gastos pagados y mi "nominita" -¿No es un cielo mi Luís?
La verdad es que me pilló desprevenida y debíponer tal cara de boba que tuvo que repetírmelo, esta vez mas despacito, para que captase bien la idea.
Es ciertoque, por razones que no vienen al caso, el invierno habia sido bastante duro paramí, necesitaba alejarme por algún tiempo del paisaje de esta ciudad, de la que estoy enamorada, pero que a veces, como todos los grandes amores, me resulta insoportable, y la prespectiva de pasar unos meses junto al mar (mi otro gran amor), se me hacia irresistible. Así que le dije que sí, acompañando mi "si" con un sonoro besazo en los morros.
Lo que vinodespués fueron cinco meses maravillosos. Trabajo por las noches, sexo variado por las mañanas (casi todas), dormir por las tardes y, entrehoras, algunos ratos de playa y comidas servidas (qué ganas tenía de dejar de cocinar para mí).
Pero como todo lo bueno pasa rápido, el verano duró...lo que tarda en llegar elinvierno...como dice mi buen amigo Sabina, y ahí me encontré con el final de mi CONTRATO DE TRABAJO.

ESTE ES EL PRIMERO

¿Qué importancia pueden tener las confesiones de un travesti desde su condición?
Objetivamente no mas que las de un bombero, una secretaria o un repartidor de supermercado.
Pero, seguramente, en la mayoría de los hombres que se molesten en leerme, el primer resorte que se les disparará será el del morbo.
¿Po qué causamos tanto morbo en los hombres?
¿Será porque en el fondo se les despierta, muy a su pesar, la faceta bisexual que todos tenemos?
Pero no es mi intención hacer de este blog una crónica de experiencia sexuales, que las tengo y muy jugosas, (aunque no descarto contar alguna, por aquello de ilustrar los usos y costumbres en materia de retozo del material humano), sino la de compartir con vosotros, blogeros anónimos, lo que dia a dia pasa por una cabeza que nació hombre, convirtió la mayoría de su cuerpo en mujer, vive como mujer y disfruta de su sexualidad como ambas cosas, auqnue por el camino tuvo que dejar la incomprensión de muchos de los suyos, la posibilidad de hacer profesionalmente lo que le gustaba e incluso la posibilidad de mirar cada dia las ofertas de trabajo para optar a alguna de ellas.
Alguno/a me dirá:
-Quién te mandaba meterte en este jardín.
-Si te gustaban los hombres, era fácil, el mundo está llenos de gays.
Pero no se trata de eso, uno no cambia su aspecto por una tendencia sexual exclusivamente.
Mi tendencia sexual no son ni los hombres exclusivamente, ni las mujeres exclusivamente. MI TENDENCIA SEXUAL ES EL SEXO, sin mas, pero mi tendencia de vida es disfrutar de mi cuerpo de mujer, de la parte que la sociedad les reserva, del poder que eso les da.
-Ya se, soy una usurpadora.
Pero de usurpadores está el mundo lleno y cada cual ocupa su lugar como mejor sabe.
Tampoco pretendo hacer de esto un panfleto de reivindicación de nuestros derechos. Cada cual que se lo ponga "derecho" como pueda y sepa. Solo pretendo contar lo que pienso y vivo, y si a alguien le interesa que lea y si no le interesa a nadie, siempre me queda el recurso de contarle a mi vecino que estoy escribiendo y seguro que le hace feliz desvelar al final lo que soy, aunque seguramente después ya no me mirará con esos ojitos de deseo mezclados con descoloque. Pero que se le va a hacer, no se puede tener todo y, en todo caso, siempre puedo cambiar de vecino.